Nuestras raíces

El Diccionario de la Real Academia de la Lengua entre sus definiciones tiene para la palabra “Raíz” “Parte inferior o pie de cualquier cosa.” Es decir lo que está soportando o por debajo de algo. Cada uno de nosotros tiene unas raíces algo de donde ha surgido, somos producto de nuestras raíces dice un adagio popular. El reconocer nuestras raíces, entenderlas, y apropiarnos de ellas le puede dar sentido a la razón por la cual venimos a este mundo.

Muchos de nosotros solemos precisamente hacer lo contrario no reconocer nuestras raíces; como los árboles las raíces son la fuente de las plantas y árboles que existen, estas no se ven en muchos de nuestros casos, estas se nutren con el paso del tiempo y se convierten en el bastión o soporte de la planta en la medida que esta crece, igual en un ciclo continuo de vida y muerte se alimentan y soportan durante todo el tiempo de la vida. Así mismo sucede con nosotros los seres humanos, nuestras raíces están formadas no solo por los principios y valores que desarrollamos y aprendemos durante el transcurso de nuestras vidas, también están integrados en ellas nuestros ancestros, parientes, y demás grupos familiares que de alguna manera ya han venido ayudando a forjar nuestras raíces a ser ese soporte fundamental para el desarrollo de nuestra vida. Reconocer nuestras raíces tiene como beneficio estos  elementos claves:

1. Saber cómo vamos a poder comportarnos, las raíces como elemento clave ya tienen definidos unos criterios de lo que son y para lo que sirven; reconocerlas nos ayuda a entender mejor la forma en como nosotros respondemos y actuamos.
2. Conexión. Reconocer nuestras raíces nos permite construir o reafirmar una conexión con lo que somos, es permitirnos hacer el viaje más fácil para descubrir la esencia de lo que somos.
3. Identidad. Reconocer nuestras raíces nos pone en el papel de identificar elementos claves que nos hacen esos seres con potencial único y especial. Que nos ponen de manifiesto que nuestra vida es una sola y única.
4. Nuestro valor: Reconocer nuestras raíces nos hace reconocer nuestro valor no para expresarlo al mundo, sino hacerlo una acción continua de poder que hace que el mundo lo sepa desde el momento en que actuamos basado en ellos.

Reconocer y nutrirse se las raíces solo es la oportunidad de poder avanzar de una mejor manera, dándole espacio a la acción dirigida y con sentido en un mundo donde cada vez más la incertidumbre y las ansias de alcanzar se convierten en el camino. Ampliando un poco la frase del Ph.D Cano Jeimy en su reflexión personal “...Una disrupción espiritual empieza por conectarnos con nosotros mismos con nuestros sentimientos, con nuestras emociones y caminar hacia nuestro interior, buscando respuestas a los retos que la vida misma nos revela. En este proceso, bien asistido por las mociones y orientaciones de cualquier religión conocida, es posible encontrar experiencias de consolación y descubrimientos, que reconectan al hombre con su verdadera vocación, el ser trascendente.” Sugeriría adicionar a esta fantástica definición el reconocer a nuestras raíces como parte de esa “disrupción espiritual”, como un ejercicio de la búsqueda en el proceso de trascender en nuestras vidas. 

Reconocer nuestras raíces se queda corto, si esto no se convierten en hechos, no tienen ningún sentido identificar nuestras raíces si a ellas no se traducen en acciones, es decir reconocerlas y apropiarse de ellas para actuar conforme a eso es cuando da sentido el reconocer nuestras raíces. Un interesante ejemplo lo tienen los libros sabios “De la misma manera, si la fe no está acompañada de hechos, así sola está muerta” Santiago 2:17 [versión Palabra de Dios para Todos]. Es decir que sin acciones concretas nada tiene sentido.

Por tanto la situación debe ser completa, debemos explorar en nuestras raíces y llevar a la práctica lo identificado, reconocido y aprendido, poner esos cimientos y soportes en práctica para que hablen por cada uno de nosotros y nos lleven a otro nivel, nos lleven a explotar el potencial por el cual fuimos creados y para lo cual fuimos creados; nos lleve a extrapolar la verdadera razón por la que estamos recorriendo un camino.

Así las cosas dejo estas preguntas de reflexión.

¿De qué forma estás reconociendo tus raíces?, ¿Para qué crees que debes reconocer tus raíces?, ¿Cuáles crees que son para usted los beneficios de reconocer sus raíces?, ¿Cómo está poniendo en práctica sus raíces?, ¿Sus raíces están articuladas con el actuar de su día a día?, ¿Cómo puede medir la coherencia de sus acciones con sus raíces?, ¿Cuáles son sus raíces, y que nivel de consciencia tiene de ellas?, Existe alguna brecha entre la forma en como actúa y las raíces que ha identificado, ¿Cuál podría ser la acción para cambiarlo?, ¿Quién está siendo hoy para cerrar esa brecha?

Felices pascuas

Referencias
Los Valores no son la Solución. Rick Boxx.
Ignorancia sin esperanza. Juan Carlos Flores Zúñiga
Disrupción espiritual. Jeimy J. Cano M.
Real Academia de la Lengua (RAE)
Otras referencias
Proverbios 10:9, 13:6, 16:2, 7,11, 18:9, 22:29, 24:30-34, 25:13, 26:24-26, 29:4

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