Existe una de las frases cómicas de la jerga popular que habla de “todo tiempo pasado fue mejor”; frase es que es común de usar por aquellas personas que ya tienen mucha experiencia acumulada de su vida. Esta frase se conoce como “declinismo”, es una creencia antigua por demás de que se vive mejor en el tiempo pasado o mejor dicho que vivimos peor que los tiempos pasados. El término fue acuñado por el cientista político llamado “Samuel P. Hungtinton” en 1988, el cual fue usado para definir la situación política del momento. En el diccionario de neologismos Word Spy lo define como "la creencia que algo, sobre todo un país, sistema político o económico, está experimentando un decaimiento significativo y posiblemente irreversible". Y esto según estudios psicológicos se aduce a que es más común que el ser humano recuerde mejor los eventos del pasado positivos que los negativos. Así las cosas lo que se tiene son recuerdos basados en las creencias de nuestra vida para asociar lo positivo de nuestro pasado para decir que efectivamente fue mejor de lo que vivimos hoy. En el mundo de los resultados, y el éxito, se aduce a que el pasado en una herramienta que puede ser usada sin exceso para que tenga incidencia en los resultados del presente. En este sentido el pasado es un instrumento que como tal es usado por quien está construyendo la realidad en el presente. Por tanto pasado puede verse de dos manera. La primera de ellas como un aliado, la segunda de ellas como un enemigo. En el primero verlo como un aliado cuando consideramos al pasado como un elemento clave de “aprendizaje”, en el cual el pasado sirve para aprender de lo vivido, sin aferrarse a él y prestarle demasiada atención. En palabras de Arnold Palmer, golfista “la clave para superar un mal día es olvidarlo”. Es decir el pasado como un aliado sirve para aprender, con la clave de no amarrarse a él y solo verlo como un evento clave que sucedió porque debía suceder y del cual se debía aprender. Por otro lado es un enemigo cuando sucede lo contrario cuando se aferra al pasado y se insiste en que el pasado es un elemento clave y definitorio para la situación del presente, quien se aferra a abusa de su sujeción por tanto impedirá enfocar sus fuerzas y energías en la acción del presente y por tanto claramente no tener los resultados esperados. El éxito depende en gran medida de dejar al pasado en su lugar el pasado Parte del éxito y su construcción precisamente consiste en dejar el pasado en su lugar, “el pasado”. Todos debemos tener claro que el pasado solo tiene un lugar y es el pasado, no lo podemos, ni mucho menos debemos traer al presente toda vez que al hacerlo facilita a quien lo hace a impedir vivir la experiencia del presente. Trae el pasado al presente es privarnos de la oportunidad de vivir la experiencia, desviar nuestros recursos, energías y esfuerzos a escenarios y/o acciones que no desembocan en los resultados esperados John Maxwell, en su libro El poder del Fracaso, menciona elementos claves a tener en cuenta cuando se excede en ver el pasado. Quien excede en ver el pasado, se Comparan en exceso, Racionaliza para no dejar atrás las razones pasadas, se Aíslan como parte de tratar sus heridas, poseen Remordimientos que impide vivir el presente, desgasta las energías y limita los recursos en la acción adecuada, y por último crea Amargura por no cerrar las heridas de su pasado, convirtiéndose en prisioneros de las emociones nocivas que impiden la ejecución. Quienes viven demasiado en el pasado, adicional a ello suelen ver más en lo defectos que en las fortalezas para poder salir adelante. Conocer ambas con claridad tanto las debilidades y las fortalezas claramente permite que haya foco, y con ello poder ver en el pasado las oportunidades de mejorar dentro del conjunto de fortalezas que pueden ser usadas en el presente. En este sentido aferrarse al pasado, claramente impide que el éxito se pueda alcanzar toda vez que se minimiza a la ejecución de las acciones claves para alcanzar los resultados que se requieren. Cuando se encuentra en situaciones como estas es bueno. Reconocer el dolor de las heridas pasadas, seguido de ello hacer el duelo respectivo que requiera, perdonar a otros inclusive a quien vive la situación, y por último avanzar y seguir adelante, un llamado a la acción. Nadie ha dicho que sea fácil, entre más se acerca al desarrollo de las acciones más pronto se puede dejar de ser presos del pasado. De tal manera que cada uno de los individuos somos responsables de tomar la acción que corresponde, cada desafío pone al individuo en una posición de decisión o toma acción, o simplemente decide considerarse un “fracasado”. Recordar el exceso de pasado produce frustración, el exceso de futuro produce ansiedad, el exceso de presente produce estrés. Vivir en balance con el pasado, nos permite ver el “aprendizaje” del mismo. Vivir en balance con el futuro, nos permite esperar con “esperanza”. Vivir en balance con el presente, no permite reconocernos en completitud, reconoce fortalezas y debilidades viendo la oportunidad de construir, ejecutar, crear y desarrollar del mundo de posibilidades posibles, de tal forma que muy posiblemente alcance el tan anhelado “El éxito” Dejando algunas preguntas de reflexión. ¿Cuál es el enfoque cuando ves el pasado?, ¿Cómo se puede hacer para concentrarse en las fortalezas?, ¿Qué debes ver de tus debilidades?, ¿Cómo dejar de aferrarse a su pasado?, ¿Cómo puede hacer para que su pasado no le impida vivir la experiencia del presente?, ¿De qué forma puede usted dejar ir a su pasado?, ¿Cuál es la utilidad de su pasado en la consecución de sus resultados? Referencias ¿Es usted un Turista o un Embajador?. Robert J. Tamasy. Referencias Bíblicas. El Semáforo. Juan Carlos Flores Zúñiga El declinismo o por qué pensamos que "todo tiempo pasado fue mejor" (aunque no lo sea). Francisco J. Lastra
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AutorAndres Ricardo Almanza Junco. Historia
Mayo 2024
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