Empieza un nuevo año, durante el año inmediatamente anterior se recorrió por parte de cada uno un camino, el cual fue definido por cada uno de nosotros; Es necesario por ello dar “GRACIAS!!”, toda vez que dicho viaje ha dejado de seguro en todos y cada uno de nosotros aprendizajes y experiencias que nos allanan el terreno para encontrar significado al crecer. El fin de año y sus celebraciones nos congrega para celebrar lo que ya pasó, y por poco olvidamos celebrar ese nuevo comienzo, esa nueva oportunidad para caminar y continuar ese largo camino que de seguro se vislumbra ser largo y productivo. Surgen en la actualidad con fuerza dos palabras, el cambio y el crecer. El primero es una constante, a la que debemos adaptarnos, el mundo cambia y es un deber para todos nosotros hacerlo igual, no solo porque nos quedamos rezagados, sino que los cambios traen aprendizajes. El cambio involucra modificar, corregir, o reforzar en muchos de los casos por la influencia de otros, el entorno o una condición dada para que el cambio se dé. Cambiamos porque alguna condición presiona y nos permite cambiar. El segundo, por otro lado, es un acto voluntario, un acto en donde se decide, vivirlo o no, esto basado en las consideraciones únicas de cada individuo, es allí, donde está el más grande desafío del “SER HUMANO”. Las transformaciones se dan por convicción y suelen suceder en el interior. Una de las características básicas de una transformación es que una transformación es singular, requiere encontrar en quien se transforma un estilo único, o una forma única para transformarse. La singularidad hace de las transformaciones un proceso donde aprender, desaprender y reaprender se dan de manera más fluida. Decidir transformarse, involucra crecer, explorar, navegar en las aguas profundas de nuestro interior y con ello encontrar nuevas formas de ver el mundo que nos rodea, del que somos parte vital e indiscutible. Crecer no es otra cosa que ser capaces de liderarnos a nosotros mismos en el viaje de vivir la vida y así cambiar y transformarnos. Crecer no solo es para nosotros, sino también para nuestro entorno (laborar, personal, y cotidiano); es darnos el permiso de explorar el valioso potencial que existe en nuestro interior, que ha sido obsequiado desde la creación y entregarlo a manos llenas a todos aquellos que nos rodean. Se habla hoy, en los ambientes organizacionales de las “economías de la felicidad”, ambientes en donde se considera a la condición humana como parte esencial no solo en el logro de las metas y la productividad de las organizaciones, sino donde se encuentre el equilibrio y el balance entre bienestar y resultado; por tanto “CRECER” es necesario y vital, para que este proceso fluya armoniosa y contundentemente. Es por ello que el nuevo año y todos los propósitos propuestos estén destinados a crecer, a transformarse a deconstruirse de tal manera que cada momento sea una experiencia y traiga consigo unos aprendizajes de valor para cada una de nosotros y así generen los impactos en nuestro entorno; nadie dijo que crecer será fácil, nadie dijo que no caerían, nadie dijo que no se desanimarían; a lo que se invita es a ser capaces de observarse cada uno de nosotros y entre todos, de tal forma que surjan las fuerzas necesarias, las amistades constructivas, las uniones que suman y que les permitirá enfrentar el poderoso desafío denominado CRECER. Doy gracias al creador, a la vida, al universo por darnos a cada uno de nosotros esta valiosa oportunidad y posibilidad, se exhorta a todos a que se animen a seguir en el proceso de crecer, en el cual podrán seguramente, encontrar mejores cosas que entregar al mundo y así, dejar huellas imborrables en este paso tan efímero que denominamos vida. HOY COMIENZA SU CAMINO, HOY COMIENZA SU VERDADERO DESAFÍO.
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AutorAndres Ricardo Almanza Junco. Historia
Mayo 2024
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